Le voy a hablar de algo que creo que usted ya sabe, querido lector, pero puede ser que todavía no se lo ha admitido. También puede ser que está consciente de este hecho lamentable, pero no sabe cómo lidiar con ello.
Lo más probable es que su hijo odia el colegio.
(No siempre, pero es una sensación muy frecuente)
Claro, quizás algunos días son mejores que otros. Algunos días no son terribles. ¿Y a quién no le gusta ver a sus amigos? ¿Pero los deberes? ¿Los exámenes? ¿La presión de sacar un 10? Es abrumador, estresante y lleva al resentimiento... especialmente hacia el aprendizaje del inglés.
En todos mis años de enseñar clases de inglés en España, he visto que la presión ejercida sobre los niños para aprender inglés dentro del sistema escolar les cobra un enorme precio. Se da importancia a la nota final del estudiante, más que al disfrute y la maravilla de aprender un segundo idioma. He visto, demasiadas veces, estudiantes que se alejan de mejorar sus habilidades en inglés después de una frenética comparación de las calificaciones luego de un examen. He visto que los estudiantes son evaluados más por sus habilidades lingüísticas, que por la práctica de hablar.
Una de las peores cosas de ser un niño es que no tienes control sobre nada de lo que pasa en tu vida. No pidieron todas estas pruebas, ni ninguna de las presiones que vienen con ellas. Así que cuando les da a sus hijos la oportunidad de practicar un idioma de la manera que han elegido ellos, haciendo algo que realmente disfrutan, florecen.
¿Cuándo se siente más cómodo su hijo? ¿Tocando música? ¿Haciendo arte? ¿Jugando a los deportes? ¿Podrían estas actividades extracurriculares combinarse con la educación inglesa?
Absolutamente.
El aprendizaje de un idioma requiere un refuerzo y una práctica constante. Hablar inglés en un ambiente más natural permite al estudiante aplicar todo el trabajo duro que ha hecho en la escuela. Esta aplicación lleva al aprendizaje.
Sí, el aprendizaje en un entorno de aula tradicional sigue siendo necesario. Siempre lo será. Aquí es donde el estudiante aprenderá la gramática y el vocabulario necesario. Aquí es donde las reglas complejas del lenguaje pueden ser explicadas en detalle. Pero si no se aplican fuera de la clase, ¿qué sentido tiene? Si no practican la gramática, olvidarán las reglas. Si no usan el vocabulario, olvidarán las palabras. Si los niños sólo asocian el inglés con las clases, las notas y la presión, nunca querrán aprender. Y no los culpo.
El lenguaje no se trata de las notas. Se trata de la comunicación. Entonces, ¿qué ha estado tratando de decir su hijo?